La seguridad privada se rinde ante los okupas de San Isidro

julio 28, 2020

Más de 20 okupas llevan dos años viviendo en un edificio en la avenida Venezuela de San Isidro. El nuevo propietario del inmueble había contratado seguridad privada, ante la desesperada por no poder echarles por otras vías.

Son doce las familias que ocupan actualmente 12 viviendas de las 15 que tiene el edificio, pero aseguran que van a hacerse también con las tres que quedan libres.

La empresa contratada ha intentado incluso la vía económica: pagar 1.200 euros a cada inquilino. Y ante su negativa, han desistido de echarles. 22 adultos y 10 niños podrán seguir de okupas hasta que la seguridad privada vuelva a probar con otras vías de desalojo.

Uno de los okupas cuenta que cuatro de los empleados de la empresa que trataba de desalojarles afirmaron que volverían con más fuerza. ​“Queremos conseguir que puedan entrar por las zonas comunes, que es como han accedido esta vez a nuestras viviendas”, asegura.

La seguridad privada se rinde ante los okupas

El inmueble más barato de la historia

El propietario adquirió el edificio de tres plantas en una subasta del Sareb, que es conocido como ​“el banco malo”. Le costó tan solo 85.000 euros, que sería el precio de cada una de las quince viviendas por separado.

Debido a la crisis, la constructora que hace 13 años trabajaba en el edificio no pudo hacerse cargo, por lo que éste pasó a una entidad bancaria. Desde entonces numerosos vándalos se han llevado mobiliario e incluso es lugar de reunión para individuos drogadictos de San Isidro.

Ahora, los nuevos dueños quieren remodelarlo y poner a la venta las casas. También pretenden alquilar algunas de ellas, pero para todo esto necesitan que estén libres de okupas. La empresa de seguridad privada regresará este lunes, 20 de enero, con una nueva propuesta para estos inquilinos. Su objetivo es desalojar rápidamente el inmueble sin orden judicial y que el propietario pueda llevar a cabo su proyecto de venta y alquiler.

“Comenzaron ofreciendo 500, luego 1.000 y más tarde 1.200. Quizás vienen el lunes y ofrecen 3.000 euros”, cuenta uno de los okupas. Pero hasta que no tengan un alquiler social no tienen intención de irse, no les importa el dinero.

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